domingo, 14 de abril de 2013

Directos al infierno

Estamos a mitad de semana, el tiempo no da una tregua y amenaza lluvia a partir de la mitad del día en adelante. Al ser jueves, y yo seguir de vacaciones, solo he podido quedar con Fernan que se ha escapado del trabajo un rato para dar pedales conmigo hasta donde decidamos ir. Los dos juntos quedamos en la fuente del prior a las 8,30 de la mañana con la intención de poder legar a una hora prudencial a nuestros domicilios. He planificado una ruta que aunque es por sitios ya rodados nunca había hecho esta variante.
Comenzamos a rodar y pronto nos encontramos con la primera subida del día, suave y de buen firme pasa rodeando la cartuja de Miraflores para así llegar a las inmediaciones de Cortes. Cogemos durante un par de kilómetros el camino del destierro del Cid hasta que llegamos a un desvío con la intención de subir a los molinos de Carcedo, ya que hace unos meses entró una máquina en el camino y en vez de arreglar una subida que hay, la ha dejado hecha una porquería donde la bici se queda pegada y no hay manera de subir por ella. Una vez arriba y entre molinos vamos rodando por pistas las cuales nos lleva a pasar por las calles vacías de Carcedo de Burgos. Unos metros por carretera para desviarnos de nuevo a otra zona de molinos los cuales y tras pasar por un camino bastante pedregoso nos lleva a enlazar a el camino real. Al llegar a la casa del monte, vemos a un convoy militar desplegando sus soldados. Ataviados con todo el equipo a la espalda y con un mapa en la mano se ponen en camino a no se donde, nosotros les vamos rebasando  sin ningún tipo de problemas.
Nos vamos encontrando pequeñas acumulaciones de barro pero que se pasan sin ningún tipo de problemas, lo que si que nos damos cuenta es que hay demasiados charcos, y es que después de tanta agua caída el suelo no puede filtrar más y se va quedando en la superficie. En algunos puntos está delicado el seguir rodando. En las cercanías del robledal de Palazuelos debemos abrir una puerta la cual nos lleva a dicho robledal donde el ganado a dejado el camino echo una porquería. Llegamos a dicho pueblo y nos tenemos que detener en la fuente para limpiar la cadena de la bici y engrasarla un poco y ya de paso tomar algo caliente en el bar.
Salimos de dicho establecimiento y al mirar al cielo vemos que hoy nos tocará sufrir un poco pero estamos dispuesto a ello, ya que nadie a dicho que esto era fácil, porque si lo sería se llamaría fútbol. Rodamos unos metros por carretera para así coger un desvío previa apertura de vaya donde el camino coge pendiente hacia arriba entre un pequeño robledal. El ritmo es bueno y las piernas me responden bastante mejor de lo esperado, es una subida dura pero he cogido una frecuencia de pedaleo rápida y cómoda y se van comiendo los metros fácilmente. La niebla se nos ha echado encima y con ella la bajada de las temperaturas y la aparición de una ligera llovizna que no nos impide el seguir disfrutando de la ruta. Nos adentramos en un hayedo, en estas fechas deshojado por completo para seguir nuestro camino, el cual se hace duro por el estado del terreno, está muy pesado por la gran cantidad de agua y humedad que hace que las ruedas las cueste girar. Al salir de dicho hayedo nos detenemos para comer algo ya que ha comenzado a llover con más fuerza. Nos encogemos sobre nuestras bici y seguimos adelante como se puede. Poco después comienza la ascensión por un cortafuegos de fuerte pendiente y de dureza alta donde el agua nos da d costado con un fuerte viento. Llegamos al descanso que hay después de su primera rampa para encarar la segunda, la cual es más fácil y asequible donde se sube más cómodo y así avanzar hacia el punto geodésico de el pico La Cerca (1670 metros). Sin detenernos encaramos el descenso el cual los primero metros son muy complicados por la gran acumulación de piedras pero salvado este escollo la velocidad que se coge es alta, siempre manteniendo el control de la bici. Curvas cerradas y grandes rectas hacen que nos acerquemos a donde hay ganado, el cual está por el camino y tenemos que tener cuidado. Así y en un espacio corto de tiempo llegamos a Urrez donde decidimos hacer de nuevo un alto y tomar algo caliente.
La lluvia no cesa de caer, y con fuerza y en un acto de valentía o de locura decidimos salir y rodar rápido hasta Burgos y nos ponemos en camino. Cogemos carretera que baja de Urrez hasta enlazar la vía verde que nos lleva a Arlanzón donde comenzamos a rodar todo lo rápido que podemos por la carretera. La lluvia sigue cayendo y nos comienza a calar toda la ropa que llevamos puesta, las manos comienzan a quedarse frías y los pies empapados. Solo tenemos ganas de llegar a casa. una vez en Ibeas seguimos por la carretera y desechamos el ir por el camino de grava paralelo así rodamos más rápido. Al llegar a la al tura de La Ventilla la lluvia deja de mojarnos, pero ya es demasiado tarde, entumecidos por el frío y el agua nos despedidos Fernan y yo y cada uno coge su camino a casa, donde al llegar y debido al frío se me complicó mucho el poder abrir la puerta.




Fecha:  4 de Abril de 2013.
Distancia:  74 km.
Desnivel acumulado subiendo:  960 metros.
Tiempo empleado:  6,30 horas.(incluye paradas).
Dificultad física:  Media-alta.
Dificultad técnica:  Baja-media.
Indice IBP:  96 MTB.

*--ENLACE A WIKILOC.

*--ÁLBUM DE FOTOS DE LA RUTA.

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