martes, 9 de abril de 2013

Ascensión al Pico Trigaza

Después de la pedazo de ruta de ayer martes en la que hicimos 118 kilómetros, hoy toca algo más tranquilo para relajar músculos.He convencido a una buena amiga en que me acompañe a visitar los pantanos de Burgos y así poder tirar alguna foto. La mañana ha amanecido clara y despejada, no como el día anterior, la temperatura no es mala y corre un ligero viento pero que no es molesto ni frío. Nos desplazamos con el coche hasta el primero de nuestros destinos, el pantano de Úzquiza, donde estacionamos el vehículo y comenzamos a caminar por el paseo hasta la torre de control del pantano. Vamos echando fotos a un lado y a otro y es que el día es esplendido.
Al levantar la cabeza y mirar al horizonte veo una montaña con su cumbre nevada y se visualiza el camino de subida, como va trepando por la falda de la montaña con sus curvas en "zeta". Tengo delante de mi, el pico Trigaza, segundo pico más alto de la provincia de Burgos. Solo se me ocurre la brillante idea, debido al gran día que nos está haciendo, en comentar a mi compañera que si la apetece subir y así ella lo conoce, que nunca ha estado y me responde con una afirmación, así que pronto nos ponemos en marcha. Como es algo más de mediodía he decidido subir con el coche hasta la caseta de los ingenieros, donde hay una antenas de comunicación. El camino, que aunque tiene pinta de estar asfaltado, tiene muchos agujeros y se hace una auténtica prueba de obstáculos el poder ir ascendiendo. Nos vamos deteniendo para contemplar el paisaje que tenemos a nuestros pies y así mi acompañante poder maravillarse de las vistas. La montaña es traicionera, cambia a su antojo, si bien ayer en la zona donde nos encontramos había una niebla densa que no dejaba ver nada, hoy el día es claro completamente como si de un día de verano se tratase. Paramos el vehículo en la caseta citada anteriormente y contemplamos las vista que tenemos a nuestros pies, donde se ve perfectamente el pantano de Úzquiza, todo el valle de Santa Cruz y las sombras de lo que son unos hayedos, hoy desnudos por el invierno pero que pronto florecerán. Desde aquí hay unas vistas espectaculares y se puede aprovechar a subir al balcón de la casa para poder contemplar todo desde aquí. En la puerta de entrada es curioso lo que vemos, todavía hay un belén navideño en minuatura que alguna buena persona lo subió hasta aquí pero ha olvidado recogerlo. También vemos a un operario trabajar en las antenas que hay de comunicación, el cual se nos queda con cara de asombro cuando nos vió subir con el coche hasta este preciso lugar.


Poco después y tras tirar bastantes fotos por todos los lados, nos montamos un momento en el coche para acercarnos así hasta la cadena que corta el paso para seguir ascendiendo y es que solo la puede quitar el guarda cuando sube hasta el refugio, que sobre todo es en verano. Nos ataviamos con ropa, guantes, gorro y los bastones para comenzar así la ascensión de los últimos kilómetros.Los primeros metros los hacemos resguardados del aire, pero es al dar una curva en "zeta" cuando vemos que toda poca ropa es poca. Aunque este aire gélido dura poco, porque de nuevo al seguir ascendiendo nos protege la misma montaña. De pronto nos encontramos con ventisqueros que han depositado toda la nieve posible en el camino habiendo en algún tramo más de  medio metro de nieve. Intentamos no pisar demasiado la nieve, lo cual nos retrasa bastante en la subida. Cada vez el camino está más nevado, la temperatura ha bajado considerablemente, aunque no hace mucho frío. A falta de poco metros ya no se ve el camino, solo hay una pequeña sendita para seguir ascendiendo ya que el resto del camino está cubierto por un gran manto de nieve. Se comienza a ver cerca el refugio del guarda y vemos que el camino a desaparecido por completo por la gran cantidad de nieve que hay, y es que por algunas zonas hay mas de un metro de nieve acumulada. Aquí si que hace frío, viene un aire muy gélido el cual hace que la cara te duela del frío, te corte la respiración y las manos comiencen a quedarse heladas. Se puede contemplar toda la sierra de la demanda, se distingue el pico San Lorenzo, montaña riojana, la más alta de la demanda, la sierra del Mencilla y el Mogosa. El pico San Millán y los otros dos alturas de Las Trigazas ya que son tres sus cumbres. Nosotros nos encontramos en la más baja de todas ellas, a 2035 metros de altitud donde se encuentra un buzón de montañismo, la caseta del guarda y el punto geodésico. Luego está el Trigaza Medio con 2050 metros de altitud y el Trigaza Alto, con sus 2078 metros sobre el nivel del mar, donde hay una curiosa escultura hecha con su correspondiente buzón.

Cuando ya no podemos aguantar más el frío y el aire comenzamos a descender el cual se hace rápido y fácil. En unos minutos nos ponemos en el coche para en caminar la bajada final hasta la carretera que nos lleva de nuevo hacia la urbe.
Ante todo y sobre estas líneas, quiero dar las gracias a mi compañera de excursión por su agradable compañía y por haberme aguantado durante gran parte de la mañana que se que no es fácil. Muchas gracias por todo.



*--ÁLBUM DE FOTOS DEL DÍA.

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