Ya terminado el circuito provincial, y a las puertas de un fin de semana de 3 días, me pongo en marcha para preparar una ruta que deje buen sabor de boca a los compañeros y mas si cabe a aquellos que nunca han llegado a subir a la conocida, sobre todo en mis rutas, cima del Trigaza. La ruta va tomando forma y es que estamos a últimos de año y estamos a tope de energías, pero el día elegido para la ruta es el 1 de Noviembre, día de Todos los Santos, en el que por varios motivos esta vez el número es bastante reducido a lo que venimos acostumbrados. En un principio íbamos a ser 4 personas, pero nuestro amigo Richard se nos apuntó a última hora, y es que se acerca el invierno y en la montaña las bajas temperaturas, la nieve y el frío hacen que durante los meses de invierno no pisemos mucho ciertas zonas.
Son exactamente las 9 de la mañana, y 5 locos comenzamos a dar pedales. Nos dirigimos hacia la carretera que va a Pradoluengo, pero sin dejar la montaña. Al principio vamos por un buen camino y pronto se torna una verde pradera con bastante agua que hace que la bicicleta la cueste avanzar. Llegamos a un punto que no sabemos por donde dirigirnos, pronto empezamos!! La verdad que estoy siguiendo el track de una ruta descargada de un usuario de wikiloc. Mantenemos la calma que acabamos de empezar y pronto con un poco de sentido de la orientación llegamos a un camino cerca de un arroyo. Pronto la normalidad vuelve a nosotros y llegamos a una área recreativa perteneciente al término municipal de Pradoluengo a la que llaman El Pinar.
Tras unas fotos en el curioso monolito de piedras continuamos la marcha. Comenzamos a subir. Que no se nos olvide por un momento donde nos encontramos, estamos en el corazón de la sierra de la demanda. Seguimos ascendiendo y llegamos a una zona en la que nos es familiar, y varios de nosotros nos viene a la mente la marcha de este verano de Pradoluengo, en la que participamos. 
Después de unas rampas duras, abandonamos la subida para adentrarnos en un bonito pinar y comenzar un descenso rápido. Vamos avisando del peligro añadido que tiene la bajada, y es que, hay pasos de agua que cruzan el camino a lo ancho y hay que tener mucho cuidado con ellos para evitar salir por los aires. Así llegamos a la altura de una caseta, donde vemos varios coches aparcados. Nosotros giramos a la derecha y de nuevo comenzamos a subir. Los primeros metros del camino lo han intentado hacer mas ancho, pero se les ha olvidado quitar todos los palos que han ido dejando a lo largo del camino, y en varias ocasiones tuve que parar porque se metían los dichosos palos en las ruedas y en los cambios de la bici. Nos adentramos en un hayedo precioso, los colores del otoño hacen que sea ahora cuando mas bonitas están. El suelo está bastante pesado, ha llovido horas atrás y poco sol entra entre las densas hayas. Vamos viendo a bastante seteros buscando ese manjar tan solicitado. Salimos de entre las hayas y nos encontramos un pequeño cortafuegos, que todos intentamos subir hasta donde pudimos, pero claro, las rampas son durisimas y toca hace empujabike, una modalidad que no a todos nos gusta hacer. De nuevo montados llegamos con bastante esfuerzo a arriba.
Al levantar la cabeza vemos que el cortafuegos se empina mas de la cuenta, pero la alegría nos invade cuando vemos que nos tenemos que desviar hacía la derecha en la que a escasos metros de nosotros nos encontramos con una cartel que nos indica que entramos en la Senda de la Muñeca, el que es el primer objetivo de la ruta. Nos ponemos en fila de a uno para dar comienzo a los primeros metros de la senda. Estamos entre pinos, una zona técnica y con alguna piedra da paso a un manto de hojas secas en el suelo. Nos encontramos de nuevo en un hayedo, en el que son igual de bonitos que traicioneros. Suelen venir acompañados de agujeros que no se ven por las hojas secas, zonas blandas donde se hunde la rueda, tocones de madera o piedras puestas en medio a mala leche, en definitiva, trampas que te hace peligrar tu equilibrio encima de la bici. La zona es técnica, y para el que no tenga mucha es una zona de especial sufrimiento. Vas es constante tensión porque estas yendo por la falda de la montaña y al mínimo error vas al suelo. Muchas fotos y risas se van sucediendo y es que a todos sin excepción les está gustando. Después de disfrutar en la senda como enanos, unos mas que otros, salimos de ella para volver a entrar en otra senda. Esta nos lleva a pasar por la fuente de la Berrungaña, un pequeño manantial por donde brota el agua. Vemos un grupo numeroso de seteros a los que saludamos y seguimos nuestro camino. Otra vez nos encontramos rodeados de pinos, y es que el paisaje y lo que nos rodea a cambiado por completo en cuestión de metros. Salimos de entre ellos y en una pequeña bajada nuestro compañero Richard tiene un problema mecánico al que ayudo. La cosa no es grave pero si le va a perjudicar a la hora de disfrutar de la ruta y es que ha perdido el pasador de las pinzas de freno y por consiguiente va sin frenos. Nuestro viaje continua y así llegamos a el Alto de la Cabeza marcado con un punto geodésico. Comenzamos a descender siempre con precaución y de nuevo divisamos a otros seteros. Poco después volvemos a tener ese problema de orientación que nos produjo el track del gps al comienzo de la ruta, y es que aquí nos vuelve a pasar y decido guiarme de los mapas del gps para llegar al camino señalado, el cual nos lleva de nuevo a Santa Cruz del Valle Urbión, localidad de la que hemos salido. 
Después de una breve parada en los coches donde reponemos agua en la fuente y demás, retomamos nuestro viaje alejándonos del pueblo otra vez hacia nuestro siguiente objetivo, el pico Trigaza. Vamos rodando cómodamente por una pista de buen firme hasta que nos desviamos siguiendo las marcas rojas y blancas que nos indican que estamos en un GR. De nuevo comenzamos a subir. Al principio vamos todos juntos pero pronto se empiezan a notar las diferencias de quien está mejor y de quien va guardando. La zona me la conozco y se que es dura, todavía nos queda mucho por subir y es aquí cuando decido poner un ritmo de subida tranquilo y siempre contemplando lo que tengo a mi alrededor. Bellas vistas y un entorno privilegiado hace que el sufrimiento por estar subiendo se me vaya de la cabeza y solo me preocupe disfrutar. Vamos ganando metros de altitud y las piernas van notando cansancio hasta que llegamos a una pequeña bajada donde poder coger aire. Recordamos a varios compañeros uno de los últimos pasos por aquí donde había saltos de agua por todos los sitios. Pero la alegría dura poco y es que volvemos a retomar la subida. Pronto comenzamos a notar un leve aire que por momentos se hace fuerte. Llegamos al camino asfaltado que sube desde Alarcia y seguimos subiendo. El aire se hace mas fuerte, nos cuesta hasta mantener el equilibrio encima de nuestras bicis y la temperatura está bajando por momentos. 
A duras penas llegamos a la casa de los ingenieros, donde hay una casa de construcción de piedra a la que no se puede acceder y varias antenas de telecomunicaciones. Nos resguardamos en el pequeño refugio de montañero que hay accesible para así comer algo. El frío hace mella en cada uno de nosotros, nos hemos dado cuenta de que en la cima del Trigaza hay una niebla muy densa, la cual hará que las temperaturas bajen aún mas todavía que donde nos encontramos. Al final se decide cancelar la ruta programada por las inclemencias del tiempo a las que hay que añadir la lluvia que comienza a caer donde nos encontramos. Sabemos que si seguimos hacia adelante lo pasaremos mal encima de la bici, por el fortísimo aire que corre, el agua, el frío y la niebla, y por mucho rabia que nos entre por la cancelación sabemos que una retirada a tiempo no es una derrota. Esta vez la montaña a podido con nosotros pero lo único que ha conseguido es que tengamos todavía mas ganas de volver.
Después de terminar de comer al abrigaño del refugio, nos ponemos algo de ropa para el descenso, se ha decidido igualmente por votación el bajar por el camino asfaltado hasta la carretera y continuar por ella hasta Santa Cruz. Cuando salimos a la calle el aire nos lleva, es casi imposible mantenernos de pie sin que nos desplace varios metros. Unas fotos rápidas y no esperamos mas comenzamos a bajar. Alcanzamos una velocidad muy alta pero hay que extremar la precaución ya que se ven muchos coches y quien sabe lo que nos podemos encontrar en el descenso. Con rapidez llegamos a la carretera y tras una breve parada ponemos rumbo por ella hacia Valmala. Minutos mas tarde y tras un rápido descenso llegamos a la plaza de Santa Cruz donde tenemos nuestros vehículos aparcados. Aquí no llueve y la temperatura es bastante mas agradable que de donde venimos, a sido un golpe duro para el grupo pero hemos hecho lo correcto. Se la tenemos guardada para otra ocasión, por mi parte iba a ver sido la cuarta ascensión este año al Trigaza y no ha podido ser. Después de cambiarnos de ropa nos dirigimos a tomar algo caliente al bar que nos lo hemos ganado. Nuestro objetivo no se ha cumplido pero podemos estar contentos de la pedazo de ruta que nos ha salido igualmente. Bueno tengo que agradecer a todos mis compañeros y amigos de su grata compañía, sin ellos no podría hacer estas locuras que me dan, y es que la ruta como otras muchas ha sido cosa mía pero sin ellos no sería capaz de hacerlas, así que por ello muchas gracias a todos por acompañarme y prometo que seguiré maquinando nuevas rutas para el deleite de todos.
Fecha: 1 de Noviembre de 2013.Distancia: 49 km.
Desnivel acumulado subiendo: 1865 metros.
Tiempo empleado: 6,10 min.(incluye paradas).
Dificultad física: Alta.
Dificultad técnica: Media - Alta.
Indice IBP: 155 BYC.
*--ENLACE A WIKILOC.
*--ÁLBUM DE FOTOS.
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