miércoles, 20 de noviembre de 2013

Santuario de Santa Casilda

Teníamos en mente el hacer esta ruta desde el año pasado, pero como siempre lo vas dejando atrás y al final la dejas en el saco de las rutas posibles hasta que alguno salte alguno y se decida el hacer. Pero como esta ruta nos pasa en otras tantas, las comentamos pero luego las dejamos a un lado y hacemos otra diferente. Pero esta vez no, esta vez tenemos que ir hasta allí con el agravante que la ruta la haremos desde la misma capital burgalesa sin necesidad de tener que desplazarnos con el coche a ningún lado. Pronto comenzamos con los preparativos de la ruta para saber mas o menos por donde vamos a ir, ya que gran parte de la ruta son zonas desconocidas para todos, salvo algún tramo de camino. La maquinaria se pone en marcha y se va decidiendo por donde vamos a ir hasta que se va acercando el día de  la ruta.
Llega el sábado, y nos hemos juntado a la altura del barrio de G-3, 4 valientes dispuesto a disfrutar de una agradable jornada de bicicleta. La mañana es fría, ha caído algo de escarcha y las temperaturas son bastante bajas, pero nuestros ánimos están muy altos. Comenzamos a dar nuestros primeros pedales de la ruta una vez reunidos por las cercanías de la estación de trenes Rosa de Lima, y comenzamos a subir. Vamos ascendiendo hacia el pinar que hay por encima del túnel de la circunvalación. Las piernas van cogiendo calor, el corazón late con fuerza, los pulmones inhalan aire frío y nosotros en un abrir y cerrar de ojos llegamos arriba. Pronto cogemos ritmo, la ruta sabemos que es larga y no nos queremos demorar demasiado. Por caminos y pistas sin mucha complicación llegamos a la carretera por la que nos dejamos caer y así llegamos a pasar por las calles de Riocerezo.
Sin detenernos seguimos adelante por una pista de buen firme y nos vamos encontrando a nuestro camino algún leve repecho el cual se solventa con facilidad. Después de una pequeña subida llegamos a un páramo de tierras de cultivo y es aquí cuando nos empezamos a dar cuenta que el aire nos es favorable y que si sopla con la misma fuerza para volver, lo pasaremos verdaderamente mal porque nos golpeará de cara. De momento no pienso en ello y sigo adelante. Llegamos a un granja de vacas la que rodemaos y nos ponemos a subir de nuevo. Esta zona que desconocía por completo se encuentra entre bonitos robles los cuales nos rodean y dan cobijo al aire que por momentos se torna fuerte aunque siempre es favorable. El grupo va unido y pronto nos encontramos en una verde pradera la que nos lleva a pasar por un punto geodésico, donde nos detenemos para inmortalizar el momento. Nos encontramos en el Alto de la Novilla. La parada es muy corta, el aire frío hace que pronto volvamos a nuestras monturas y seguimos hacia delante. Minutos mas tarde y tras un descenso un tanto complicado por la gran cantidad de piedras en el camino llegamos a la pequeña localidad y casi sin movimientos de Caborredondo, donde buscamos refugio para comer algo y así descansar al abrigaño. 

Salimos con las pilas cargadas y nos ponemos a dar pedales. Esta vez por una carretera estrecha y de mal firme. Siempre es de agradecer en una ruta tan larga el poder avanzar algún pequeño tramo por carretera para comer kilómetros. Tras 4 kilómetros rodando tranquilamente nos desviamos a una pista y comenzamos a descender pero con un leve porcentaje. Así llegamos a el pequeño pueblo de Haedo de Bureba, donde nos encontramos que el camino a seguir está tapado con maleza y se hace casi imposible continuar. Decidimos hacer campo a través e ir por una tierra de girasoles en dirección hacia donde nos manda el gps. Estamos atascados pero vamos haciendo metros aunque sean por demás. A lo lejos divisamos una localidad y nos damos cuenta que es por ahí por donde debemos de continuar, así que a bajar como podemos por la montaña hasta coger de nuevo pedal y pasar por el pueblo que veíamos. Estamos en San Pedro de la Hoz, un bonito lugar a orillas de un arroyo que da color a este valle. Seguimos la carretera para de nuevo comenzar a ir ascendiendo y así llegar a Buezo donde empezamos a visualizar nuestro objetivo el cual da nombre a la ruta. Poco a poco seguimos adelante visualizando el lugar, completamente desconocido para mi, serpenteamos como lo hace la carretera hasta que llegamos al Santuario de Santa Casilda, donde visitamos la cueva del ermitaño, la tumba y nos acomodamos a refugio para comer algo después de haber tirado unas cuantas fotos. 
Salimos con las fuerzas renovadas pero pronto nos damos cuenta de que va a ser todo un calvario el llegar a casa. Un fuerte aire como era de esperar nos golpea con virulencia. Pronto nos agrupamos los 4 para ir intentando hacer abanicos al ir por pistas. Pero todo se acaba y nos desviamos a un camino que por suerte nos refugia un poco y nos da una tregua. Adelantamos a dos personas que como nosotros  han salido a dar unos pedales y al desviarnos del camino por el que vamos todo se pone cuesta arriba de nuevo. Estamos aliviados aunque sea por un rato ya que el aire no nos molesta, todo ellos debido a que estamos entre encinas y nos protege de el, pero pronto llegamos arriba a todo un páramo para nosotros. Juntos seguimos adelante en una bajada rápida la que nos lleva de nuevo a un bonito y verde prado donde se hace difícil dar pedales. Las fuerzas comienzan a flojear, estamos haciendo un esfuerzo extra con el aire, ráfagas muy fuertes nos golpean de pleno y es así cuando otra vez y tras una pequeña subida nos encontramos en una páramo. Descendemos por asfalto hasta las inmediaciones de la ermita de Santa Marina, pero esta vez no nos desviamos para visitarla y continuamos el viaje de vuelta todo ello por un cómodo asfalto. Decidimos por unanimidad hacer un desvío al la ruta principal y dirigirnos así hacia el área de servicio de la N-1 de La brújula, situada en la parte mas alta del puerto de montaña con el mismo nombre. Al caliente siempre es reconfortante para días como hoy.
Retomamos nuestra andadura con la intención de coger la vía itálica, por la que ya hemos rodado en varias ocasiones pero para ello vamos durante algún kilómetros por la carretera extremando la precaución y siempre lo mas ceñidos a nuestra derecha. Una vez cogido el desvío es armarse de paciencia que aunque no queda mucho el aire sigue haciendo de las suyas y mas ahora que el cansancio comienza hacer mella en todos. No sin sufrimiento llegamos al campo de golf de Riocerezo donde nos dirigimos hacia Burgos ya en un terreno mas favorable ya que es descendente. Pasados unos minutos llegamos a Villimar donde tras las despedidas nos dividimos en 2 grupos acordes con el destino de cada uno y es así que me dirijo a lavar la montura y poder dar por finalizada esta ruta, la que se nos ha complicado por momentos y el viento a hecho de las suyas, pero contento por concluirla sin percances ni  caídas.

Fecha:  9 de Noviembre de 2013.
Distancia:  85 km.
Desnivel acumulado subiendo:  1330 metros.
Tiempo empleado:  6,54 min. (incluye paradas).
Dificultad física:  Alta.
Dificultad técnica:  Baja.
Indice IBP:  99 BYC.

*--ENLACE A WIKILOC.

*--ÁLBUM DE FOTOS.







No hay comentarios:

Publicar un comentario