jueves, 22 de agosto de 2013

El cordal de la demanda

     Llevaba varios meses con una ruta en mente por la sierra de la demanda. Lo que pasa, que debido al gran circuito provincial que tenemos en la provincia de Burgos no se encuentran días para dejar la competición a un lado y disfrutar encima de la bici de otra manera. Días atrás mis compañeros de grupo organizaron una salida con la bici de las largas, de las que me gustan  a mi, donde estas encima de la bici muchas horas disfrutando de todo, de la compañía de los amigos y del entorno. Pero por cuestiones laborales no pude ir quedándome con las ganas. En este punto fue cuando me puse las pilas a mirar posibles rutas. Desde hacía unos días tenía dos zonas en mente pero las dos por la sierra de la demanda con la gran diferencia de que una de ellas sería casi en su totalidad por la provincia de La Rioja y la otra por Burgos.
     Empecé a decantarme por el lado riojano y decidí en cuestión de minutos la ruta a diseñar. Puse a mis compañeros en conocimiento de la ruta y el día señalado para hacerla fue el día 15 de agosto. Una fecha un tanto complicada debido a que gran parte de los pueblos españoles estás sumergido en sus fiestas patronales. Aún así dos valientes amigos se animaron a acompañarme en esta aventura, Richard y mi inseparable compañero de ruta Fernan. Los días iban  pasando, y los comentarios acerca de la ruta no cesaban, en ello fue cuando recordando palabras de otros locos de la mtb me vino a la mente varios nombres de compañeros a los cuales les comuniqué cual era mi plan. Uno de ellos, Miguel, no podía venir, pero nuestro compañero David si que se animó desde el primer día. El día de antes y a falta de pocas horas, tuvimos la grata sorpresa que desde Burgos y saliendo con nosotros se nos animó nuestro compañero Luis, al que hemos visto poco durante todo este tiempo ya que una pequeña lesión le ha tenido apartado. Pero aquí no queda todo, con nuestro compañero David se ha animado otro loco del pedal,Miguel, los dos pertenecientes al MTB Briviesca de donde residen. Muchos compañeros se nos han quedado colgados, y sin olvidarme de nuestra amiga y compañera Zaira, la que por otros motivos tampoco a podido embarcarse en esta aventura.
     Llega el tan deseado día, y suena el despertador a las 6 de la mañana. La pereza y la somnolencia invaden nuestros cuerpos, pero poco a poco y con muchas ganas vamos despertando. Últimos preparativos y desayunar con fuerza para poder acudir a la hora acordada al punto de encuentro con los compañeros. A las 7 de la mañana nos reunimos los 4 que viajamos desde Burgos en donde rápidamente cargamos las bicicletas en la furgo y nos disponemos a realizar el viaje, el cual nos separa algo más de una hora entre Burgos y la localidad riojana de Ezcaray, lugar desde donde tomaremos la salida. Tras el desplazamiento nos reunimos con dos amigos mas, en total nos hemos juntado 6 bikers dispuestos a pasar un gran día de BTT, de los cuales somos 4 de Burgos y 2 de Briviesca.
Después de un café y de los últimos preparativos,
comienza nuestra aventura. Empezamos rodando con suavidad, la mañana es bastante fresca para ser agosto pero eso no nos enturbia las ganas de disfrutar. Vamos cómodamente por asfalto adentrandonos en la travesía de Ezcaray, donde comenzamos a ver a sus gentes que salen a practicar algún otro deporte, lo cuales se nos quedan observando. A pocos metros de la salida de la villa, cambiamos de dirección hacia la izquierda donde desde ya, se nos pone el camino cuesta arriba. Primeros metros suaves por asfalto. Las risas y comentarios acerca de lo que nos espera se suceden y el buen humor aunque seguimos subiendo no nos falta en ningún momento. Así y de esta manera llegamos al primer desvío que tenía pensado, el visitar la ermita de Santa Barbara, donde poder así observar el valle donde está enclavado Ezcaray. Pero el grupo decidió no desviarse, así que continuamos hacia arriba. Dejamos el asfalto para tener el primer contacto con la tierra. Un firme bastante bueno donde se nota que suben vehículos constantemente, por lo compactado del suelo. El camino por momentos se retuerce con sus curvas donde a la vez de sufrir un poco por su pendiente vamos ganando tensión en las piernas. Las vistas comienzan a ser impresionantes.
Seguimos ascendiendo tras una breve parada, donde hemos podido comer un poco en la que nos pasaron dos ciclistas que ascendían a buen ritmo. Poco a poco y al retomar el pedaleo les vamos comiendo metros hasta que llegamos a ellos y nos unimos en su subida. En una zona de respiro nos encontramos con un nutrido grupo de bikers disfrutando como nosotros de la montaña. Nos despedimos de ellos para seguir nuestro camino y de nuevo comenzamos a seguir ascendiendo. por aquí ya no hay vegetación que nos proteja del sol pero lo que si vemos es un  pequeño rebaño de ovejas descender con su cuidador por el mismo camino que vamos nosotros. metros mas adelante nos desviamos por un camino en sentido descendente para así llegar hasta el bello lugar del Pozo Negro, una pequeña laguna de origen glacial formada en las faldas del burgalés pico Otero. Aquí nos detenemos sin prisa para disfrutar del momento haciendo fotos, cogiendo agua y comiendo.

Retomamos nuestro camino siguiendo nuestros pasos hasta llegar al camino principal, al que nos incorporamos. Si dejar de subir y sin desviarnos del camino principal, llegamos a la altura del pico Otero con sus nada despreciables 2038 metros de altitud. Desde aquí se puede ver todo lo que nos queda por delante, toda la vuelta que tenemos quedar. Hemos ascendido durante casi 18 kilómetros y ahora toca rodar un poco. Comenzamos con velocidad, el suelo es de pista y vamos ganando velocidad. Pequeños grupos de senderistas disfrutando de la mañana. pasamos cerca de la Cruz de la demanda. Terreno favorable, con buen suelo y con algún pequeño repecho no muy duro donde se empieza a subir la velocidad y así endurecer un poco la ruta. Seguimos viendo mucha gente por el camino a los que vamos saludando y a otros charlando con ellos, pero pronto comenzamos a tener los primeros problemas por falta de agua, y es que el calor empeiza a apretar mucho y os encontramos a una altura media de unos 1900 metros de altitud, donde pasamos cerca del pico Gatón y posteriormente del pico del Collado Blanco. Minutos agónicos por la falta de agua para varios de mis compañeros en lo que no aprecian lo que nos rodea. Seguimos adelante pasando cerca del Pico del Gitano y del Pico Salineros. Vamos adelante con los mismos problemas, la única preocupación que tenemos es encontrar algo de agua. Llegamos a el Collado tres Cruces, donde hay un improvisado aparcamiento para vehículos, los cuales acceden por la carretera que sube hasta la estación de esquí de Valdezcaray. Nos acercamos a unas personas que vienen andando a los que preguntamos por algún sitio para reponer agua, y como no saben de ninguno muy amablemente no ofrecen beber de sus botellas, lo cual es de agradecer. Desde aquí podemos ver el pico más alto de toda la sierra de la demanda, el Pico San Lorenzo con sus 2271 metros de altitud. Reanudamos el camino y emprendemos una bajada rápida, y nos llevamos una grata sorpresa al ver un depósiyo de agua y una pequeña fuente en la cara suroeste del San Lorenzo. 
Aquí se decide hacer un alto para comer, ya que va siendo hora y así poder hidratarnos todo lo que sea necesario y abastecernos de agua.
Después de un rato largo parados, donde hemos disfrutado de la comida y unas vistas inmejorables retomamos nuestro camino. Comenzamos con un descenso muy rápido, donde las liebres del grupo se adelantan dejándonos a los más precavidos muy atrás. Nos encontramos con curvas muy cerradas donde debemos poner a prueba nuestros frenos y sobre todo nuestra destreza, porque siempre en algún momento nos derrapa la rueda trasera. Seguimos rodando en sentido descendente mientras vamos observando todo a nuestro alrededor. Nos encontramos en un hayedo digno de admiración, por el cual serpentea un arroyo ruidoso por sus innumerables saltos pequeños de agua. Con todo ello el camino se nos pone mas favorable aún si cabe ya que ahora debajo de nuestros neumáticos tenemos asfalto. Al bajar tan deprisa no nos damos cuenta de que la ruta a seguir se desvía por lo que hay que detenerse hasta que los que van delante vean su gps y se den cuenta para que vuelvan por sus pasos hasta reagruparnos de nuevo todos.
Una vez juntos y cogido el desvío comenzamos a subir de nuevo. En este punto mi gps perdió el satélite durante unos minutos y sobre el mapa dibujado parece muy lioso, pero no lo es, simplemente es seguir adelante por el camino no hay perdida. En mi caso tuve que apagar y volver a encender el gps para volver así a enganchar con el satélite. De nuevo en marcha y eso otra vez se pone cuesta arriba. Nos adentramos Por un bonito hayedo, pero no se disfruta del todo. Pequeños problemas estomacales para un compañero con el que nos detenemos para refrescarnos en el riachuelo y recuperarnos del sofocón de las duras rampas donde nos encontramos. Estamos en las horas centrales del día y el sol calienta con justicia dándonos de pleno sobre nuestras cabezas. Vamos ganando altura y a la vez el camino se va suavizando para sí volver a coger un poco ritmo. Necesitamos avanzar kilómetros, todavía nos queda lo peor de la ruta y sino lo más duro después de todo el cansancio acumulado. 

Pero no es todo alegría, porque una vez que hacemos un giro a la izquierda el camino nos enseña su peor cara. Unas duras rampas nos están esperando delante de nosotros. Vamos consiguiéndolas subir, no sin esfuerzo pero mi gemelo no me da tregua y me da un aviso de calambre. Decido hacer durante unos metros "empuja bike" y cuando me reuno con los compañeros hacer varios estiramientos para que no me de más fuerte. En esto que nos encontramos subiendo, como nosotros, a un tipo muy amable que hablando con el nos dice donde poder coger agua de nuevo. Esto supone cambiar la ruta original, pero el calor es sofocante y se decide hacerlo. Seguimos sin dejar de subir pero metros mas adelante nos desviamos del camino para adentrarnos en una zona mas virgen, donde la hierba nos dificulta el rodar. Subimos ladera arriba por unas sendas estrechas hasta que vemos un conjunto de rocas. Nos detenemos y tiramos al bicis al suelo para remontar la montaña andando los metros que nos separan.

Grandes vistas desde aquí y muy refrescante el agua, pero como todo lo bueno se acaba volvemos hacia nuestras bicis para así descender ladera abajo hasta enlazar con un camino que nos lleva a la pista por la que veníamos desde un principio. Comienza un descenso muy rápido donde hay que extremar la precaución. Las fuerzas ya van justas y los brazos flaquean con el consiguiente peligro de caída, y a velocidades elevadas el daño sería mucho mayor. Metros más abajo llegamos al refugio de Bonicaparra, donde se ve a bastante gente disfrutando de un día caluroso de Agosto. Nosotros con ganas de ir concluyendo, no nos detenemos y desncendemos varios metros por carretera para así desviarnos hacia la izquierda por una pista que de nuevo se empieza a poner cuesta arriba. Nada que ver con las rampas que hemos sufrido a lo largo del día pero lo suficiente para  sacarte del punto si vas muy justo de fuerzas. Una vez arriba y reagrupados todos torcemos a la derecha para adentrarnos en una senda divertida, donde todos disfrutamos como enanos de sus saltos y curvas cerradas. En una de ellas muy cerrada la rueda de adelante se me clavó en una raíz y salí despedido de la bici con las consecuencias que tiene una caída, golpe y heridas en rodilla y contusión fuerte en la mano pero que no me impidió seguir disfrutando del descenso, el cual nos lleva directamente hasta la localidad de Ezcaray. Donde ya tranquilamente y disfrutando de un merecido paseo por sus calles nos vamos acercando a los vehículos y dando así por finalizada la ruta.
Bueno, lo primero ante todo y en estas líneas, quiero agradecer a todos mis compañeros que han venido conmigo a embarcarse en esta aventura, que aunque ha sido bastante dura la hemos disfrutado. Cada uno tiene su merito individual, siendo que David y Miguel aun estando la localidad de Briviesca, donde residen en fiestas han decidido venirse con nosotros. A mi compañero de rutas Luis, que estando apartado varios meses por una lesión se ha reencontrado encima de la bici aguantando como un campeón en la ruta más dura del año. Mi compañero Richard, que por fin ha venido  a una de estas aventuras de las que tanto nos ha oído hablar y que se moría de ganas de sentir. Y que decir de mi inseparable amigo y compañero Fernan, con el cual he vivido muchas experiencias encima de la bici en todas las rutas que hemos compartido juntos, donde he disfrutado y sufrido mucho pero que el nunca ha dejado de venir conmigo aún sabiendo que soy un loco del pedal. A todos ellos y a los que nombré al principio de la entrada, muchas gracias por venir conmigo y sobre todo por aguantarme durante tanto tiempo.

Fecha:  15 de Agosto de 2013.
Distancia:  81 km
Desnivel acumulado subiendo:  2500 metros.
Tiempo empleado:  9,30 min. (incluye paradas).
Dificultad física:  Muy alta.
Dificultad técnica:  Baja.
Indice IBP:  161 MTB.

*--ENLACE A WIKILOC.

*--ÁLBUM DE FOTOS DE LA RUTA.

4 comentarios:

  1. bonita ruta, faltó la última subida que se hace en la Crestas de la Demanda, la que te remata, jejejeje, la hice el año pasado y espero repetirla este año el 14 de septiembre. saludos

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    1. La verdad que la intención era hacer la última subida de las crestas, pero la falta de agua nos obligó a hacer un cambio de última hora como ya he descrito.

      Que tengas suerte en las crestas y gracias por pasarte por mi blog y comentar.

      Un saludo amigo.

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  2. Gracias Alvaro por tu comentarios.La ruta no puede tener otro calificativo "ESPECTACULAR".Como siempre un placer rodaren tan buena compañía. Hasta la próxima compañeros.

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    1. Me alegro Luis, de que la ruta te gustase. Ha vuelto por la puerta grande!! como los campeones. Ahora a seguir rodando y a disfrutar que es de lo que se trata.

      Un saludo.

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