domingo, 31 de marzo de 2013

Rodando hasta Pineda de la Sierra

Debido a varios días sin para de llover y por consiguiente mal estado de los caminos decidimos no aventurarnos en algo que puede ser una trampa de barro y lodo. Llevamos pendientes del tiempo durante toda la semana y es que el agua caída no nos ha dado una tregua y ha desbordado el río Arlanzón a su paso por Burgos en varios sitios.Nos encontramos en unas fechas de vacaciones y de puentes y es que nos hayamos en el corazón de la Semana Santa y el número de personas que nos hemos animado es bastante reducido a lo que estamos acostumbrados. Un total de 4 nos daremos cita en el lugar acordado con la intención de salir a rodar un rato y hacer kilómetros por una zona ya muy conocida para todos.
La hora a la que se ha quedado es a las 8 de la mañana en la pasarela del río Arlanzón a su paso por La Ventilla. Todos puntuales para comenzar así una ruta atípica pero que siempre viene bien rodar para coger algo de fondo. Comenzamos el camino paralelos al río pero a la altura del barrio de Castañares cruzamos por un puente peatonal para así enlazar una camino de buen firme que va paralelo a la N-120 que nos llevará hasta Ibeas de Juarros. Durante todo el trayecto tenemos que ir sorteando grandes charcos que cruzan todo el camino y comprobamos que las tierras de cultivo están anegadas de agua donde se ha estancado para que poco a poco la tierra lo vaya consumiendo.
Pasamos Ibeas sin problemas y por carretera en fila de a uno vamos comiendo kilómetros con plato y el viento a favor lo que nos hace que saquemos una media muy alta. nos detenemos en la fuente para coger un poco de agua y cogemos la vía verde. En sus primeros compases nos damos cuenta de la gran cantidad de humedad que hay por aquí. Seguimos rodando  a una velocidad media bastante alta y pronto cruzamos la carretera que sube hasta Urrez donde vemos una niebla bastante densa en las montañas. Poco después llegamos a lo que llamamos el pequeño manquillo, lugar donde se hundió el tunel que había y se buscó una alternativa la cual tiene una rampa de más del 18% de pendiente, con un firme muy suelto en el cual a las primera de cambio nos ha empezado a patinar la rueda y hemos tenido que subir empujando la burra.
Nos adentramos en una zona bastante rápida de la vía verde en la que tiene sus constantes subidas y bajas pero que no se hacen demasiado duras para poder rodar deprisa. Vamos viendo muchos arroyos y sobre todo una tonalidad de verde que enamora al pasar, una tranquilidad que solo lo enturbia el ruido de nuestros neumáticos contra el suelo. Llegamos a la altura del pantano de Arlanzón donde vemos la gran cantidad de agua que hay, y es que lleva varios meses tirando agua por el sobrante el cual ya vine a visitarlo hace poco. Contemplamos la cola del pantano y es que no recuerdo a verlo visto tan lleno alguna vez. Nuestro punto de destino está cerca pero antes nos vamos encontrando con gente andando que viene seguramente desde el mismo Pineda y es que unos minutos más tarde entrabamos por sus calles directos a tomar un café a la cantina y así poder comer algo. Se ha tardado en llegar hasta aquí con paradas incluidas 2 horas y 20 minutos.
Comenzamos el regreso por el mismo lado y nada más salir a la vía verde nos damos cuenta de que el compañero de viaje el cual al subir no había hecho acto de presencia ahora va a ser un mal amigo y es que el aire que nos da de cara es fuerte con rachas aún más fuerte que hace que peligre la estabilidad encima de la bici. A todo esto y mientras vamos comiendo kilómetros a nuestro compañero Juan Carlos se le ha puesto un fuerte y molesto dolor en la parte delantera de la rodilla el cual hace que nos detengamos un momento para comprobar el estado de salud de nuestro compañero. Descansado unos instantes seguimos rodando y comenzamos a ver a más gente tanto en bici como andando y es que es nos acercamos al mediodía y a gran velocidad y buen ritmo llegamos a la localidad de Arlanzón.
Comienza el tramo de carretera que todo el mundo odia, y si no es así por lo menos lo odio yo ya que vengas a la hora que vengas, sea verano o invierno, haga frío o calor el dichoso aire siempre da de cara a fuertes rachas y es que es un tramo que quema de más, pero poco a poco y en grupo vamos llegando a Ibeas donde cogemos el camino de grava que hay sorteando varios charcos, para llegar así a lavar la máquina y dejarla a punto para otro día. una salida por la que todo el mundo ha ido pero como he dicho con anterioridad es lo más factible que hemos hecho a la altura de las circunstancias debido al estado tan malo de los caminos.

Fecha:  30 de Marzo de 2013.
Distancia:  88 km.
Desnivel acumulado subiendo:  560 metros.
Tiempo empleado:  5,20 min.
Dificultad física:  Media.
Dificultad técnica:  Muy baja.
Indice IBP:  67 MTB.

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2 comentarios:

  1. Alvaro unas fotos estupendas, el camino de regreso siempre se hace duro por el viento entre Arlanzon e Ibeas, nos vemos.

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    1. Que razón tienes, y que duro se nos hizo la vuelta con el fuerte viento que soplaba. Agradezco mucho tu comentario rutero, cuidate y espero vernos pronto dando pedales amigo.
      Saludos.

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